Panelas de San Joaquín, identidad gastronómica de Carabobo

Estas crujientes golosinas, parte indeleble de la cultura carabobeña, nació de las manos de matronas de ascendencia vasca, que se establecieron en el pueblo de San Joaquín durante la época de la colonia.

Evencio Díaz, cronista oficial de San Joaquín, confirma este origen al recordar que “panela”, es un bizcochuelo, “muy utilizado por los vascos que fueron los fundadores de San Joaquín, por eso la panela de San Joaquín tiene estrecha relación y vínculo con la fundación del pueblo”.

Desde sus orígenes, era costumbre de los mantuanos acompañar la panelita de San Joaquín con chocolate, expandiéndose su comercialización a partir del año 1885, gracias a la expansión del transporte terrestre a través  del ferrocarril de la época e incluso de carretas de mercaderías, este tesoro gastronómico llegó a Caracas, donde comenzó a venderse como un “Producto de San Joaquín”, por eso esa referencia, “Panela de San Joaquín”.

La panela de San Joaquín es un producto muy sencillo y de fácil elaboración con ingredientes básicos: harina, huevo y azúcar. Su peculiar textura la obtiene del doble cocimiento, para quedar crujiente como una galleta.

Cuando visites Carabobo no te olvides de disfrutar este bocado que forma parte del corazón gastronómico de Carabobo.